Acción de Gracias a los cien años de ‘Casa Riera’

Finaliza la conmemoración del Centenario de las Escuelas de Alfonso XIII

 030Tánger, 25 junio 

Con la celebración en la Catedral,  ayer domingo día 24 de junio, de la Eucaristía de Acción de Gracias presidida por el Arzobispo de Tánger, mons. Agrelo, se da por concluida la conmemoración del Centenario de la creación de las Escuelas Españolas de Alfonso XIII.

Los actos principales se concentraron en la tarde del sábado día 23. Se comenzó con una brillante disertación a cargo de D. Mario Ruiz sobre la historia de esos cien años de las escuelas. Unas escuelas que “por su magnitud, amplitud y disposición de locales, por su Profesorado y por el número de alumnos, por las enseñanzas allí impartidas, en una palabra por todo, fue por largos años el Primer Centro docente, no sólo de Tánger, sino de todo Marruecos”, aseguró el sr. Ruiz en su conferencia, quien hizo notar que, el número de alumnos matriculados cada curso, se acercaba a los mil. 

031El acto sirvió para reconocer la encomiable labor que las franciscanas misioneras de la Inmaculada Concepción han desarrollado no sólo en las Escuelas desde su origen, sino en la Iglesia de Tánger y a favor de la sociedad marroquí en general. No en vano, fue la primera congregación femenina que se estableció en todo Marruecos allá por el año de 1883.
A las clases podían acudir alumnos de todas las nacionalidades y religiones y “causaba gran satisfacción ver, admirablemente, hermanados católicos, judíos y musulmanes. Una realidad indiscutible y palpable que demuestra la liberalidad y la tolerancia de la Iglesia para con todo y con todos.” El acto estuvo presidido por el sr. cónsul de España en Tánger quien dirigió unas palabras de homenaje y agradecimiento resaltando la importancia de la formación en el proceso de desarrollo de las sociedades y auguró que “dentro de otros cien años esta obra perdure y se beneficien miles de niños que forjen un futuro basado en valores de honestidad y tolerancia”
El acto concluyó con la actuación del Coro del Instituto Severo Ochoa de Tánger. Al finalizar el acto, los asistentes pudieron departir en el Patio de las Niñas con un refrigerio ofrecido por las hermanas. Fue también, buena ocasión ésta, para visitar los trabajos finales de curso de costura tradicional y una exposición de fotografías históricas de los cien años. Y, como dijo don Mario al concluir su conferencia, “que mañana sea desde ya el primer día de los siguientes cien años” 

Desde esta redacción nos sumamos a este deseo y, en especial, en reconocer a nuestras hermanas, las franciscanas misioneras de la Inmaculada Concepción, su entrega admirable.