ENCUENTRO VIDA CONSAGRADA TANGER-ALHUCEMAS

Por primera vez, el Encuentro de Vida Consagrada se celebró en dos sedes distintas: En Tánger, para la zona occidental de la diócesis –sábado, 18 de mayo-, y en Alhucemas, para la zona oriental –sábado día 25 de mayo-.
Como es habitual en estos Encuentros, hubo un tiempo inicial de acogida, seguido de un tiempo de oración, una súplica porque el Señor nos acompañase a todos con la luz de la divina sabiduría.
Con la pasión que suele poner en las cosas, el señor obispo nos habló de “Fe y misión”.
En Tánger, lo hizo todavía como obispo de la diócesis. En Alhucemas, lo hizo ya como obispo emérito.
En los dos encuentros, el clima de fraternidad, de comunión, de afecto, fue el acostumbrado en esta Iglesia que el Señor ha bendecido con especial misericordia. Pero el encuentro de Alhucemas estuvo marcado, más si cabe, por la cercanía de todos al que había sido “su obispo” hasta el día anterior.
La celebración eucarística fue, lo mismo en Tánger que en Alhucemas, un tiempo de comunión en la fe, de gozo en la esperanza, de fiesta en la caridad.
Comunión, esperanza y fiesta que se prolongan siempre en la mesa común, en el servicio mutuo, en el orgullo de ser hermanos.
Fueron dos Encuentros para guardar en la memoria del corazón.ç