Mons. Santiago Agrelo obispo emerito para la Iglesia de Marruecos

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Santiago de Compostela

1 de septiembre de 2019

 A mis queridos y añorados hijos de la Iglesia de Tánger: Paz y Bien.

Aunque el amor de Dios me haya traído lejos de vuestro lado, aunque no pueda ya dirigirme a vosotros como vuestro pastor, hoy necesito hacerlo como hermano que os lleva siempre en su corazón.

En este día de gracia, el Señor os ha visitado con una gran misericordia: Mons. Cristóbal López Romero, arzobispo de Rabat, administrador apostólico de Tánger, ha sido nombrado Cardenal de la Santa Iglesia, nombramiento que significa muchas cosas y todas hermosas. Representa para él un grandísimo honor, una enorme responsabilidad, una llamada a prestar grandes servicios a la Santa Iglesia. Ese nombramiento es al mismo tiempo una buena noticia –un evangelio- para la Iglesia que peregrina en Marruecos y para el pueblo marroquí. Para la Iglesia significa un reconocimiento de la bondad de Dios derramada a manos llenas sobre la “pequeñez de su esclava”, un reconocimiento a la pequeña grey que peregrina en Marruecos, hecha sierva de todos, hermana de todos, abierta a todos, humilde y esperanzada. Para el pueblo marroquí es una llamada a mantener ese espíritu de acogida, de benevolencia, de familiaridad que siempre lo ha animado en su relación con la Iglesia católica.

A los sacerdotes, a las religiosas y religiosos, a todos los fieles de la Iglesia de Tánger, os pido que acompañéis con el don de la oración el camino de servicio que, con este nombramiento, nuestro hermano Cristóbal ha sido llamado a recorrer. Que no le falte jamás vuestro afecto, vuestra cercanía, vuestra colaboración, que no le falte vuestro agradecimiento por su entrega a la Iglesia.

Tengo la certeza de que tampoco dejaréis de orar por mí.

Siempre en el corazón Cristo. Y con Cristo, siempre vosotros.

Fr. Santiago Agrelo

Arzobispo emérito de Tánger