Este es uno de los objetivos recogidos en el Plan Diocesano Pastoral que tratamos de poner en práctica hasta el 2027. Concretamente, en el capítulo de la “Celebración”, se propone “construir la comunidad en torno a la Eucaristía, fuente y culmen de la vida cristiana”, facilitando el encuentro personal con el Señor.
En diversas parroquias y templos de la diócesis se ofrece un espacio de adoración al Santísimo. Algunos ejemplos:
- Larache, cada jueves a las 18.30h, exposición y rezo de vísperas;
- Catedral de Tánger, los jueves a las 18h, antes de la misa.
- Asilah, de lunes a viernes, de 17h a 18h; los viernes también, de 12h a 14h; los sábados, de 17.30h a 18.30h, antes de la misa.
En esta ocasión compartimos de manera especial la iniciativa de la Parroquia de Nuestra Señora de la Asunción de Tánger de poner al centro la presencia eucarística. Ahí, cada primer jueves de mes se convoca un espacio de adoración al Santísimo, a continuación de la misa. La primera cita de este curso tuvo lugar el jueves pasado.

Durante el tiempo de exposición algunos miembros de la parroquia leyeron textos espirituales. Estas lecturas favorecieron el encuentro íntimo con Dios de cada persona que asistía, profundizando también en el significado de la “adoración”:
«Adorar es dejarse ver y amar por Jesús»
«Adorar es contemplar a Cristo en su ofrenda»
Como conclusión, los fieles presentes realizaron el signo de encender una pequeña vela para expresar sus propias intenciones: alegrías, penas, proyectos, estudios, familia, etc. pero, sobre todo, una oración fundamental en el centro: «Jesús, enséñame a amarte». Fue un momento de silencio, reflexión y oración donde cada persona pudo entregarse y ofrecer su vida a Jesús.






