Crece la comunidad con nuevas hermanas que llegan
Tánger, 16 de julio, Nuestra Señora del Carmen.
Donde parece que termina la ciudad, allí se erige humilde el Monasterio de la Sagrada Familia y de Santa Teresita, nuestro Carmelo en Tánger.
Allí, las hermanas, están más felices que nunca, y no sólo porque hoy, 16 de julio, sea festividad de la Virgen del Carmen, sino porque, recientemente, la comunidad de madres carmelitas descalzas ha crecido en número con la incorporación de tres nuevas hermanas.
Se trata de Julia de San José, Stefanía de Jesús Resucitado y Elizabeth del Buen Pastor. Las dos primeras, hna. Julia y hna. Stefanía, vienen de un carmelo de Italia, de la ciudad de Pescara, en la costa adriática. La hermana Julia es filipina, y la hna. Stefanía es italiana. La hna. Elizabeth viene de un carmelo en tierra valenciana, Alquerías del Niño Perdido, España, aunque es de nacionalidad peruana. “Somos una comunidad más que internacional, intercontinental. ¡Ya sólo nos falta Oceanía!” Exclamaba entusiasmada una de las hermanas (en la comunidad ya había una hermana africana)
El día 21 de junio llegaron a Tánger procedentes de la comunidad de carmelitas descalzas de Sevilla, donde habían pasado unas semanas de aclimatación. Llegaron al puerto de Tánger, a última hora de la tarde, de la mano de nuestro arzobispo y acompañadas por María Rosa Clotet, eclesiana y delegada diocesana de vida consagrada. Antes de llegar al monasterio, visitaron la Catedral, saludaron a los fieles que fueron encontrando y, finalmente, llegaron al que será su Carmelo, donde las esperaban el resto de las hermanas llenas de alegría.
Las carmelitas descalzas están en Tánger, con presencia ininterrumpida, desde el año 1934. La incorporación de estas hermanas nuevas, y relativamente jóvenes, teniendo en cuenta el promedio de edad de nuestras religiosas, hace presagiar un futuro de bendición para nuestra Iglesia peregrina en tierras de Marruecos.
Mientras la voz del muhecín llama a la oración desde la mezquita contigua al monasterio, las hermanas se funden con sus voces en el canto de maitines. Amanece un nuevo día, como ha amanecido de nuevo un sol de esperanza en nuestra Iglesia de Tánger. Y donde parece que termina la ciudad, allí se erige humilde nuestro Carmelo. Donde parece que termina todo, en verdad, comienza todo; allí, en el Carmelo de Tánger, comienza la vida de nuestra Iglesia, de nuestros proyectos, de nuestros afanes, sostenidos con la oración continua de nuestras hermanas.
Carmelitas de Tánger: feliz día ‘del Carmen’, feliz llegada de las nuevas hermanas, felices todas vosotras por estar aquí en comunión con todos nosotros. Gracias.