Estamos de fiesta en la Iglesia de Marruecos y de manera particular en la diócesis de Tánger. Hace muchos años, el 13 de junio de 1883 llegaba a Tánger un hombre que, con toda seguridad no sabía que aquí le esperaba Dios. Se trata de Charle de Foucauld, venía procedente de Argelia y en ese entonces no tenía fe. Venía como explorador y tras concluir su misión escribirá todo en un libro llamado “Reconnaissance du Maroc” del que obtuvo obtenido como premio la “medalla de oro” por la Sociedad Geográfica de París. Pero lo más bello es lo que ha descubierto en el alma musulmana y que comunica así a su amigo Henry de Castriens en una carta: “El islam ha producido en mí una profunda conmoción. La vista de esta fe, de estas almas viviendo en la presencia continua de Dios, me hizo vislumbrar algo de más grande y de más verdadero que las ocupaciones mundanas. Empecé a estudiar el islam, luego la Biblia”.
Años más tarde su itinerario de fe iniciado en estas tierras le llevará a decir aquella extraña oración “Dios mío, si existes, haz que yo te conozca”. Este hombre profundamente transformado por Dios dirá también “Tan pronto como creí que había un Dios, comprendí que no podía hacer otra cosa que vivir para él. Mi vocación religiosa data de la misma hora de mi fe. ¡Dios es tan grande! Hay tanta diferencia entre Dios y todo aquello que no lo es”.
La Iglesia de Tánger presente en Roma el 15 de mayo para su canonización ha querido dar gracias a Dios por San Carlos de Foucuald y desarrollando a una serie de celebraciones en las diversas zonas de la diócesis.
Una vigilia de oración ha tenido lugar en el Carmelo de Tánger el sábado 21 de mayo. El testimonio de vida en francés y castellano sobre la figura de Foucauld en nuestro hoy ha marcado a los que han podido escuchar a la Hermanita de Jesús que ha venido para la ocasión. También la celebración Eucarística de acción de gracias en la catedral de Tánger, presidida por nuestro administrador apostólico Fray Emilio Rocha Grande ofm, el domingo 22 de mayo, en la que se han unido las dos parroquias de la ciudad de Tánger, la del Espíritu Santo (Catedral) y la de la Asunción y Santa María Magdalena (francófona). Una celebración de fe, con tinte multicultural, tal como es nuestra iglesia en Marruecos, abrazando de manera espontánea la figura de Charles de Foucauld, “el Hermano universal” y mostrando la alegría de vivir nuestra fe en este país y entre nosotros.
En cada parroquia de la diócesis se tendrá una gozosa celebración especial, con oraciones, meditaciones y a la escucha de un testigo vivo que nos conducirá hacia Dios y hacia los demás acogiéndolos como hermanos y dejándonos acoger por ellos, que son nuestros hermanos.