Celebración de la Jornada Mundial de Convivencia en Paz

Una fiesta del encuentro por la paz. Así podría describirse la tarde vivida el domingo 12 de mayo en el salón de actos del colegio Ramon y Cajal de Tánger. Fiesta, porque la alegría, la música, las canciones, etc. inundaron toda la tarde; encuentro, porque fue una tarde de convivencia entre jóvenes, niños y adultos, de diversos países, culturas y religiones; paz, porque este deseo latía en todos los asistentes, y así lo expresaron, con música, mímica, poesía.

El Día Internacional de la Convivencia en Paz* se celebró con este acto, organizado por la Delegación diocesana de Familia y Juventud, en colaboración con el Centro Lerchundi de Tánger, al cual asistieron más de un centenar de personas, además de una treintena larga de artistas, provenientes la Parroquia de Nuestra Señora de la Asunción y de la Catedral, de Tánger, de la Parroquia de Santiago el Mayor de Nador, de Fnideq… además de los estudiantes en el Centro Lerchundi y personas de otros lugares de la ciudad y de la diócesis.

A través del arte, en diversas expresiones, se transmitió un mensaje de convivencia en paz. Empezó con un desfile de jóvenes subsaharianos cristianos, ataviados con atuendos típicos de una u otra nación, que llenaron el patio de butacas de luz y color. Se recitaron a continuación poemas en árabe, por parte de jóvenes marroquíes. También niños y adolescentes participaron con sus canciones, coreografías y demostraciones de artes marciales. Una representación mímico-teatral por parte de musulmanes marroquíes, con el título “Nuestra luz está en nuestras manos”, impactó mucho en el público, por el mensaje profundo que transmitía. Y más canciones, en lenguas diferentes. En la conclusión, todos los artistas recibieron un diploma de agradecimiento por su valiosa aportación a la jornada y por su compromiso por la paz y se leyó también en diversos idiomas, unos fragmentos del mensaje del papa Francisco con motivo de la Jornada Mundial de la Paz 2023, invitando a todos los presentes a ser “artesanos de paz”.

Si el programa en el salón de actos fue bonito, el momento posterior, de una merienda compartida, fue el colofón final, en palabras de algunos participantes, ya que se pudo compartir, en torno al dulce y los refrescos, todo tipo de impresiones, conversaciones, etc, haciendo vida, efectivamente, el lema de la jornada, de una “convivencia en paz”, donde, aun teniendo identidades tan diferentes, no se distinguía quien era de una fe o de otra, de un país o de otro, de una lengua o de otra.

Que la experiencia vivida este 12 de mayo, perdure en el corazón de los presentes y se extienda a muchos otros, para difundir esta cultura de convivencia en paz que nuestro mundo tanto necesita.


* La Organización de las Naciones Unidas declaró en 2017 el 16 de mayo como el Día Internacional de la Convivencia en Paz (en française, Journée Internationale de Vivre Ensemble en Paix). Desde el 2018 se está celebrando en todo el mundo para promover la tolerancia, la solidaridad, el respeto y la paz a nivel mundial.