En Marruecos, la Navidad es signo de diálogo

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Entrevista  del periodico    L’ Avvenire,  della Conferenza Episcopale Italiana a S.E. el Cardenal Cristóbal López Romero.

Giacomo Gambassi miércoles 22 de diciembre de 2022

Traducción al español: Silvia Dall’O

Mediterráneo. En Marruecos, la Navidad es signo de diálogo

Los días de la fiesta con las felicitaciones  de los «amigos» musulmanes y sus oraciones. Cardenal López Romero: el miedo al Islam es injustificado. Se lo vence  con la fraternidad

Una Messa durante il tempo di Natale in Marocco – @dioceserabat

Con sus dos torres y sus bordes afilados, la Catedral de Rabat es un punto de referencia  en el horizonte de la capital marroquí. Con un blanco intenso que refleja el sol, mezcla de arte déco y detalles orientales, no solo está ubicada en el centro de la ciudad, en la  actual Place Al-Joulane, sino que es en sí misma  una «encrucijada”  de la convivencia. Incluso en Navidad. Una solemnidad que «los que nos conocen bien y viven en armonía con nosotros, como muchos hermanos musulmanes, saben lo importante que es para los cristianos: por eso estos amigos nuestros nos envían mensajes de buenos deseos o repiten ‘Feliz Navidad’. Y no solo. En algunos casos también hay quienes participan en nuestras celebraciones ”, dice el cardenal Cristóbal López Romero, arzobispo de Rabat. Se realizará en Florencia, desde el 23 al 27 de febrero el segundo encuentro «Mediterráneo, frontera de la paz» promovido por la CEI, que reunirá en Toscana,  a los obispos de las Iglesias que se asoman al gran mar representando los  tres continentes (Europa, Asia y África).   En el centro del encuentro, la intuitiva inspiración  del «profeta de la paz» Giorgio La Pira, el tema de la ciudadanía comprendida a la luz de la fraternidad entre los pueblos en una zona marcada por guerras, persecuciones, emigraciones, desigualdades. Junto con los obispos, los alcaldes de las ciudades del Mediterráneo llegarán a Florencia para un foro «paralelo». Esta  doble cita será concluida por el Papa Francisco el domingo 27 de febrero con su visita a Florencia. Salesiano, de 69 años, originario de Andalucía en España, es un «púrpurado del diálogo» con el Islam por voluntad del Papa Francisco. “El miedo al mundo musulmán es injustificado -explica- y se lo vence con la cultura del encuentro, con el contacto directo que ayuda a romper estereotipos y prejuicios que lamentablemente están muy extendidos y profundamente arraigados ”. El cardenal ya ha dado su apoyo para participar en el encuentro de los obispos del Mediterráneo por la paz que se celebrará en Florencia desde el 23 al 27 de febrero y al que se sumará el foro de alcaldes de las ciudades de la cuenca.

El Cardenal López Romero durante una celebración en Rabat.

El belén está iluminado en la Catedral de Rabat donde un cartel nos recuerda que ha comenzado el Jubileo especial por el centenario de la fundación de la iglesia madre. El ruido de la metrópoli disminuye en el interior del templo. El termómetro marca 20 grados. Y será el mismo valor que indicará el 25 de diciembre. «Aquí el día de la Navidad será similar a los demás: un día normal de trabajo y estudio. Solo cerrarán nuestros centros o nuestras escuelas católicas: son una decena y acogen a más de 10 mil alumnos ”, nos dice López Romero. Sin embargo, algunos letreros o decoraciones luminosas se refieren a la Navidad incluso en un país «totalmente» musulmán donde el Islam es moderado y el rey Muhammad VI un jeque iluminado. “Incluso en los medios de comunicación se habla de ello, pero todo está ligado a la dimensión comercial y folclórica de la Navidad que crea una cierta atmosfera,  pero solo a nivel superficial”, subraya el cardenal.

La Catedral de Rabat en Marruecos. Ansa

Y en los días de la fiesta se seguirá escuchando el eco de Carlos de Foucauld, el apóstol del abrazo con la África profunda, que será proclamado santo el próximo 15 de mayo. La profecía de la hermandad universal, de la que el religioso francés  fue testimonio, también en Marruecos donde vivió durante un año, antes de instalarse en el desierto de Argelia en donde más tarde fue asesinado en 1916, marcó el camino de la arquidiócesis local durante muchos meses. Una de sus frases lema, la  había escrito en Beni Abbès, el «oasis blanco» donde había fundado una ermita para los pobres: «Soy un hermano, el hermano de todos los seres humanos sin excepción ni distinción». “La Iglesia de Marruecos es Iglesia de comunión, de encuentro y de diálogo respetuoso: esta es su vocación”, informa López Romero. De aquí parte  la invitación a «construir un mundo de hermanos donde cada uno se sienta parte de la única familia humana». Un descanso. «Necesitamos cambiar nuestro corazón para ser  todos más acogedores», agrega el cardenal, refiriéndose también al fenómeno migratorio. Una cuestión que también es tangible en Marruecos, verdadero trampolín  hacia España que en varias ocasiones ha blindado sus fronteras para rechazar a los que llegan de África. Eminencia, la Navidad nos invita a la acogida. Pero el Papa Francisco dijo en su reciente visita a Lesbos que el Mediterráneo es todavía un «cementerio frío sin lápidas» y pidió que se detenga el «naufragio de civilizaciones». Se necesita una revolución de mentalidad. Es necesario hacer cumplir las leyes económicas y comerciales internacionales, para que cada estado pueda desarrollarse y poder ofrecer oportunidades de vida y trabajo a sus ciudadanos para que no se vean obligados a emigrar. También es necesario que cada país esté abierto a la hospitalidad, regulando las entradas pero sobre todo haciéndolas posibles. Además, es urgente acabar con la fabricación y el comercio de armas, para que reine la paz y se resuelvan los problemas confrontándose  y no disparando.

El movimiento católico de solidaridad estudiantil entrega ayuda a los inmigrantes malíes en Marruecos.  @dioceserabat

Europa levanta muros contra los que huyen de las guerras, la violencia, la miseria. Las medidas pragmáticas a corto plazo, como los rechazos por parte de la policía o las expulsiones forzosas, ciertamente no son soluciones para un caso tan complejo cuya raíz es siempre la desigualdad social y económica mundial. La Iglesia católica en Marruecos es muy pequeña: menos de 30 mil fieles en una población de 31 millones de habitantes. Sí y todos somos inmigrantes, extranjeros. Pero la Iglesia quiere ser marroquí, encarnada en el país, inculturada en la realidad histórica y geográfica de la nación. Los católicos «irregulares», es decir, indocumentados, son una minoría dentro de la minoría: porque quieren irse a otra parte. Los estudiantes universitarios subsaharianos, también migrantes por motivos de estudio, son mucho más numerosos.

Fedeli durante una Messa in Marocco – @dioceserabat

En Florencia se hablará de la relación entre Iglesia, sociedad e instituciones políticas. ¿Hay igualdad de derechos en Marruecos? El país ha firmado y ratificado los principales acuerdos internacionales en materia de derechos humanos que también incluyen la libertad religiosa. Y estas disposiciones son válidas en Marruecos. Otra cosa es traducir el trasfondo jurídico-legal en modelos de comportamiento social y cultural que correspondan a lo establecido por las leyes. En este caso, queda un largo camino por recorrer. La Iglesia en el norte de África está marcada por la persecución y el martirio. Por supuesto; pero ni más ni menos que  las Iglesias de Oriente Medio, de América Latina o de varias naciones de Asia. La presencia de persecuciones y mártires en una Iglesia indica que vamos por buen camino, que se está produciendo lo que Jesús ya había anunciado. Los mártires son auténticos testigos del Evangelio y del amor. Son también garantía de autenticidad y demostración de generosidad, además de  «semillas de nuevos cristianos». ¿Cómo leer el Documento de Abu Dhabi que pide una nueva relación entre los cristianos y el mundo islámico? Este maravilloso documento no solo está dirigido a cristianos y musulmanes, sino a todo el mundo. En Marruecos, y en el norte de África en general, la fraternidad universal parte del encuentro con el Islam. Un diálogo que se concreta en la vida cotidiana, en las relaciones interpersonales, en la buena vecindad, en el trabajo conjunto a favor de las grandes causas que afectan al planeta y en el compartir la experiencia de Dios y la oración. Hay muchos ejemplos fructíferos, gracias al cielo.

Una Messa durante il tempo di Natale in Marocco – @dioceserabat

¿Están las migraciones empobreciendo a África? África ya está tan empobrecida que es difícil empobrecerla aún más. La huida de personas bien preparadas tiene efectos negativos a largo plazo en los países. Es una pena, pero también una injusticia, que haya más médicos senegaleses en Francia que en Senegal. Sin embargo, sucede que las comunidades étnicas presentes en Europa envían recursos y remesas a los países de origen. A veces, este dinero da una contribución significativa a la economía local. Pero enseguida agrego que es » pan de hoy y el hambre de mañana» Los efectos del Covid en África son graves. El Papa instó a la distribución justa de las vacunas. ¿Deben estar aseguradas las vacunas para todos? Gracias a Dios y al trabajo de las autoridades marroquíes, aquí no faltan las vacunas. Se inyectaron casi 50 millones de dosis, que cubrían el 70% de la población a finales de noviembre. Yo mismo recibí tres dosis. Pero hay que reconocer que Marruecos es una excepción en el continente donde la mayoría de los estados están muy por detrás. Y aquí también, lamentablemente, vemos cómo prevalece el egoísmo de los países ricos, que han acumulado enormes cantidades de dosis ignorando las necesidades de los pobres. Naciones Unidas, con el apoyo de todos, podría haber favorecido la distribución de vacunas con criterios igualitarios y sociales: pero no lo hizo y es una oportunidad más perdida. Una vez más, la ONU se ha revelado impotente ante el poder de los países más influyentes, que manifiesta la  inutilidad del organismo.

Il cardinale López Romero durante una celebrazione a Rabat – @dioceserabat

 En África hay potencias extranjeras que están colonizando el continente. ¿La paz pasa por el desarrollo? El desarrollo económico, social y cultural es una de las condiciones necesarias para la reconciliación entre los pueblos. Sin embargo, debe haber un desarrollo interno, partiendo de sus propios recursos, y quizás con apoyo externo, es decir, de estados “amigos”. Ciertas presencias en África solo han tenido como resultado el saqueo y la explotación, no un progreso real. También en este caso, la ONU debería establecer las reglas del juego para evitar que prevalezca la lógica del más fuerte.