Experiencia solidaria intercultural en Asilah

Convivencia en Madrid, previa al campo de trabajo en Asilah

Organizada desde Kambia, la ONG vinculada al Instituto de la Bienaventurada Virgen María (IBVM), se realiza un año más en Asilah un campo de trabajo para jóvenes que quiere ser una experiencia de voluntariado para conocer otras culturas y apoyar los proyectos que se llevan a cabo sobre el terreno, durante la segunda quincena del mes de julio 2024.

Este año son 12 de jóvenes los que participan, entre 17 y 25 años, en su mayoría, provenientes de Madrid, pero también de Sevilla, alumnos o exalumnos de las escuelas de la congregación en estas ciudades. No se trata de una experiencia aislada: para participar en ella se les pide una preparación previa y un compromiso posterior.

De hecho, del 14 al 16 de junio los participantes de este año realizaron una convivencia en Madrid para que los y las voluntarias se conocieran, pudieran acercarse a la realidad que iban a encontrar y para recibir formación en temas como ciudadanía global, transformación social, voluntariado y cooperación… También pudieron dialogar con Piedad y Victoria, dos pioneras de lBVM en Asilah que les transmitieron las raíces de esta presencia misionera en Marruecos.

El objetivo del campo de trabajo ha sido contribuir a la mejora de la calidad de vida de familias excluidas en Asilah, con una doble acción:

  • ayuda alimentaria, juegos y actividades con los niños
  • arreglo y pintura de las casas de las familias donde viven esos niños y niñas.

De esta manera, los jóvenes han podido compartir el día a día de sus habitantes, tomando conciencia de otras realidades y así se ha promovido el intercambio intercultural y les ha ayudado a convertirse en personas más activas, críticas y reflexivas.

El grupo de voluntarios, en la Parroquia de San Bartolomé, de Asilah

Paula, una de los participantes a modo de ejemplo, así nos lo ha transmitido durante su estancia en Asilah: „Me apunté porque me encantan este tipo de planes y me apetecía poder ayudar en otro contexto desconocido para mi: otra religión y otro idioma. La gente con la que trabajamos me ha parecido maravillosa y los niños muy agradecidos, antes cualquier acto de cariño y cualquier actividad: es impresionante con qué ganas vienen cada mañana. Espero llevarme un bonito recuerdo, acercarme un poquito más al Señor y acordarme de la importancia de dar amor, de que todo el mundo merece ser amado“.

¡Un gracias a todo el grupo de jóvenes y colaboradores!