Homenaje a Jean-Pierre Schumacher

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Este quiere ser un sencillo homenaje de agradecimiento a Jean-Pierre Schumacher y al Monasterio de Notre-Dame de l’Atlas, por lo que representa para la Iglesia y particularmente para la Iglesia en el Norte de África, mediante el encuentro buscado y gratuito con nuestros hermanos y hermanas musulmanes, recordando las frase que he escuchado de los monjes cistercienses en lo que podemos llamar “espíritu de Tibhirine”:Que nuestra presencia ayude a que ellos sean mejores musulmanes y que nosotros seamos mejores cristianos y que juntos subamos la escalera mística a dos aguas: unos siguiendo a Cristo y otros siguiendo la Tariqa, lo que nos conduce al encuentro con Dios y entre nosotros[1].

Se trata de escritos de jóvenes que han vivido una semana en el Monasterio y unos días de Ejercicios Espirituales, buscando libertad interior para estar dispuestos para Dios. Una de las instrucciones consistía en el encuentro con Jean-Pierre Schumacher, él nos hablaba de su sí a Dios y de cómo se había desarrollado su vocación hasta llegar a Marruecos. También el escrito de un hermano sufí y un joven misionero javeriano llamado a vivir su misión en Marruecos.

Testimonios:

El sábado 20 de noviembre he tenido la gracia de encontrarme con Jean-Pierre Schumacher, sabía que estaba muy débil y que quizás no fuese posible ese encuentro, sin embargo me ha recibido en su celda con la exquisita delicadeza que lo acompañaba siempre, al verme arrodillado en el suelo me pidió que cogiese una silla. Su voz era débil pero la lucidez de su espíritu y paz transmitían el testimonio de una vida llena de Dios. Sus palabras quedan grabadas en mi corazón: vivir el Evangelio, caminar el camino de Dios incluso cuando uno no experimenta el gozo de la fe. Cuando me preguntó sobre nuestra actividad en Fnideq y en particular cuando le hablé de la posibilidad de continuar el Ribat-El-Salam con la cofradía Alawiya su rostro se ilumino de gran alegría y mostró un gran interés.

Al Cardenal Cristóbal López Romero sdb, arzobispo de Rabat y administrador apostólico de Tánger, le escribía “he regresado ayer por la noche…  Estos días han sido para mí una bendición, el Monasterio de Notre-Dame de l’Atlas es una bendición especial para Marruecos, Jean Pierre ha encarnado en su humanidad cosas bellas, recuerdo que él nos decía «nuestro trabajo es buscar la presencia del Espíritu Santo en nuestros hermanos musulmanes«. Me ha preguntado sobre lo que hacemos en Fnideq y se ha alegrado muchísimo por el hecho que el Ribat-El-Salam quiere continuar de alguna forma aquí en Marruecos. Para mí ha sido una bendición muy grande. He dado la noticia a mis hermanos, y aún sigo como en una especie de estado de choc, asimilando la belleza del encuentro con Jean-Pierre”.

Rolando Ruiz Durán sx Fnideq

“Cuando pienso en la imagen de Dios, lo que me viene a la cabeza es una mirada tierna, un padre entrañable y sosegado que escucha con calma y que transmite paz. Pues bien, tuve la suerte de verle encarnado en Jean-Pierre Schumacher cuando estuve en el verano de 2019 haciendo Ejercicios Espirituales en el Monasterio de Notre-Dame de l’Atlas. La paz que transmitía es con la que, a ciencia cierta, ha llegado a los brazos del Padre”.

Elena Pérez Pastor, Guadalajara

“Al llegar la noticia de Jean Pierre en seguida me acordaba de su sonrisa silenciosa. Gracias a Dios por haberme regalado de conocerle y estar con él. Sobre todo poder escuchar de su palabra. Gracias por su presencia y su testimonio. Le recordaré en mi pequeña oración. Ahora tengo un santo más que marcó en mi vida. Está puesta en mi habitación una frase de él «Dejarnos conducir por Dios«.”

Helena Oh Yun Jeong fmm Madrid

“Doy gracias al Señor por el regalo de conocer a Jean-Pierre Schumacher, que en el breve tiempo que pude estar con él, supo transmitirme lo que es una vida entregada al Señor, dejándose conducir por Él, con la mayor libertad, y sin perder la sencillez y la sonrisa. Rezo por él especialmente”.

Javier Contreras Mora, Madrid

“Dios nos habló a través de ti: “la casa del Amor es la casa del Padre, y en ella cabe toda la humanidad”. Amar y confiar es el único sendero para la fraternidad. Fue un regalo poder compartir con Jean-Pierre su testimonio de fe, realmente parecía iluminarse el Espíritu cada vez que nos hablaba. Gracias a él y a Dios por el camino y el ejemplo. Descanse en Paz.”

María Carramiñana Moya, Madrid

“La verdad no sé ni qué decir, sobre todo es muy curioso, en fin, todo pasa por algo, justo que tú hayas estado ahí estos días y que justo ayer tú hayas estado ahí, y me hayas recordado ese historia tan bonita y tan profunda del agua que vamos a encontrar.

Hoy recibir esta noticia, no me lo acabo de creer, egoístamente es con mucha pena que recibo esta noticia, tenía muchas ganas de aprovechar más momentos con el P. Shcumacher, pero por otro lado, sabes que un ser de luz, como ha sido y como es él, no ha podido más que ir a un sitio mejor, no me cabe la menor duda, nosotros en la tradición sufí, alguien que ha sido de estas características, suena a lo mejor casi fuerte de decirlo, pero te alegras porque ha ido a un lugar, sabes que ha ido al encuentro del Amado, y lo dicho, nos apena no poder, al menos en lo físico en lo aparente, pues eso, aprovechar más momentos con él, como decimos, somos del Señor y a él tenemos que volver, es la frase que solemos decir los musulmanes, somos de él y a él tenemos que volver, y que Dios haga que estemos siempre en relación con él, de la forma que sea, con nuestros corazones, con nuestros espíritus y que allá dónde esté siga su energía, su presencia, ayunándonos, guiándonos, acompañándonos en estos Ribat-El-Salam, en estos enlaces de amor, en esta búsqueda de lo que ya están los otros, en este campo tan fértil y tan vivo que con tan solo dirigir la mirada a él, ya da frutos y más aún si uno decide dar el paso y excavar y sembrar y  trabajarlo con amor, lo que da este campo no hay palabras … en fin… no me lo acabo de creer, que en Paz descanse y que Dios lo reciba con toda su misericordia y su amor en su casa de Paz, en su casa de Luz.”

Soufian Al Kadaoui Tetuán

“El momento que viví con él, fueron unos quince o veinte minutos, me sentí muy alegre, profundo, lleno de Dios y siempre con ganas, a pesar de su edad, siempre con ganas de transmitir esa sencillez, esa cercanía de Dios, no recuerdo los consejos que me dio, no los apunte, fue hace algunos meses, he notado alegría, sencillez y disponibilidad, eso he notado en él.”

François Saleh Moll sx, Fnideq

Français

Hommage à Jean-Pierre Schumacher

Ceci veut être un simple hommage de gratitude à Jean-Pierre Schumacher et au Monastère Notre-Dame de l’Atlas, pour ce qu’ils représentent pour l’Église et particulièrement pour l’Église d’Afrique du Nord, à travers la rencontre recherchée et gratuite avec nos frères et sœurs musulmans. En me rappelant la phrase que j’ai entendue des moines cisterciens dans ce que nous pouvons appeler « l’esprit de Tibhirine » : « Que notre présence les aide à être de meilleurs musulmans et pour que nous soyons de meilleurs chrétiens » et qu’ensemble nous puissons monter l’escalier mystique à deux plans[2] : les uns suivant le Christ et les autres suivant la Tariqa, ce qui nous amène à rencontrer Dieu et à nous rencontrer les uns et les autres.

Ces textes sont écrits par des jeunes qui ont passé une semaine au Monastère avec quelques jours d’Exercices Spirituels, en quête de liberté intérieure pour être prêts pour Dieu. Une des instructions était donnée par Jean-Pierre Schumacher. Il nous a raconté son oui à Dieu et comment sa vocation s’était développée jusqu’à son arrivée au Maroc. J’ajoute l’écrit d’un frère soufi et d’un jeune missionnaire xavérien appelé à vivre sa mission au Maroc.

Témoignages :

Le samedi 20 novembre, j’ai eu la grâce de rencontrer Jean-Pierre Schumacher. Je savais qu’il était très faible et que peut-être une telle rencontre ne serait pas possible, pourtant il m’a reçu dans sa cellule avec la délicatesse exquise qui l’accompagnait toujours. Quand il m’a vu, agenouillé par terre, il m’a demandé de prendre une chaise. Sa voix était faible mais la lucidité de son esprit et sa paix transmettaient le témoignage d’une vie pleine de Dieu. Ses paroles sont gravées dans mon cœur : vivre l’Évangile, marcher sur le chemin de Dieu même quand on n’éprouve pas la joie de la foi. Lorsqu’il m’a interrogé sur notre activité à Fnideq et en particulier lorsque je lui ai parlé de la possibilité de continuer le Ribat-El-Salam avec la confrérie Alawiya, son visage s’est illuminé d’une grande joie et il a manifesté un grand intérêt.

Au cardinal Cristóbal López Romero sdb, archevêque de Rabat et administrateur apostolique de Tanger, j’ai écrit : « Je suis rentré hier soir… Ces jours ont été une bénédiction pour moi, le Monastère de Notre-Dame de l’Atlas est une bénédiction particulière pour le Maroc. Jean-Pierre a incarné de belles choses dans son humanité. Je me souviens qu’il nous disait «notre travail est de rechercher la présence de l’Esprit Saint en nos frères musulmans«. Il m’a demandé ce que nous faisions à Fnideq et il était très heureux que Ribat-El-Salam veuille continuer d’une manière ou d’une autre ici au Maroc. Cela a été une grande bénédiction pour moi. J’ai annoncé la nouvelle à mes frères, et je suis encore dans une sorte d’état de choc, méditant la beauté de la rencontre avec Jean-Pierre ».                                                                                                  Rolando Ruiz Durán sx Fnideq

« Quand je pense à l’image de Dieu, ce qui me vient à l’esprit, c’est un regard tendre, un Père aimant et calme qui écoute calmement et transmet la paix. Eh bien, j’ai eu la chance de le voir incarné en Jean-Pierre Schumacher lorsque j’étais à l’été 2019 en train de faire des Exercices Spirituels au Monastère de Notre-Dame de l’Atlas. La paix qu’il a transmise est celle avec laquelle, à coup sûr, il a atteint les bras du Père. »                                                               Elena Pérez Pasteur, Guadalajara

« Quand j’ai appris la nouvelle de la mort de Jean-Pierre, je me suis tout de suite souvenu de son sourire silencieux. Je remercie Dieu de m’avoir donné de le connaître et d’être avec lui. Surtout, pouvoir écouter sa parole. Merci pour sa présence et son témoignage. Je me souviendrai de lui dans ma petite prière. Maintenant, j’ai un saint de plus qui a marqué ma vie. Une phrase de lui est affichée dans ma chambre «Laissons-nous conduire par Dieu«. »                              Helena Oh Yun Jeong fmm Madrid

« Je remercie le Seigneur pour le don de connaître Jean-Pierre Schumacher, qui, dans le peu de temps que j’ai pu être avec lui, a su me transmettre ce qu’est qu’une vie donnée au Seigneur, se laissant conduire par Lui, avec la plus grande liberté, et sans perdre la simplicité et le sourire. Je prie pour lui. »

Javier Contreras Mora, Madrid

« Dieu nous a parlé à travers toi : « la maison de l’Amour est la maison du Père, et en elle toute l’humanité s’intègre. Aimer et faire confiance est le seul chemin vers la fraternité ». Ce fut un don de pouvoir partager avec Jean-Pierre son témoignage de foi, l’esprit semblait vraiment s’illuminer à chaque fois qu’il nous parlait. Merci à lui et à Dieu pour le chemin et l’exemple. Repose en paix. »                                                                                                             Maria Carramiñana Moya, Madrid

« La vérité, c’est que je ne sais même pas quoi dire, c’est surtout très curieux. Tout arrive pour quelque chose. Tu as été là-bas ces derniers jours et hier tu étais là et tu me rappelais cette histoire si belle et si profonde de l’eau que nous allons trouver.                                           Aujourd’hui je reçois cette nouvelle, je n’arrive pas à y croire. C’est égoïstement avec une grande tristesse que je la reçois.                                                                                                    Je voulais vraiment profiter de plus de moments avec le P. Schumacher. D’un autre côté, tu sais qu’un être de lumière, comme il a été et puisqu’il l’est, ne pouvait pas faire plus que d’aller dans un meilleur endroit, je n’en ai aucun doute.                                                                       Pour nous, dans la tradition soufie, devant quelqu’un qui a ces valeurs, et même si cela semble déplacé, nous nous réjouissons de son départ. Tu sais qu’il est allé à la rencontre du Bien-Aimé. Cela nous attriste de ne pas pouvoir profiter de plus de moments avec lui, du moins physiquement.                                                                                                                            Nous appartenons au Seigneur et à lui nous devons revenir, c’est la phrase que les musulmans disent habituellement : nous sommes à lui et nous devons retourner à lui.                    Que Dieu nous fasse d’être toujours en relation avec lui, de quelque manière que ce soit, avec nos cœurs, avec nos esprits et que là où il soit, continuent son énergie et sa présence, pour nous aider, nous guider, nous accompagner dans ces Ribat-El-Salam, dans ces liens d’amour, dans cette recherche de ce que les autres sont déjà, dans ce champ si fertile et si vivant que rien qu’à le regarder, il porte déjà ses fruits et encore plus si l’on décide de franchir le pas et creuser et semer et le travailler avec amour, ce que ce champ donne il n’y a pas de mots … de toute façon … je ne peux tout simplement pas le croire, qu’il repose en paix et que Dieu le reçoive avec toute sa miséricorde et son amour dans sa maison de Paix, dans sa maison de Lumière. »                                      Soufian Al Kadaoui Tétouan

« Le moment que j’ai passé avec lui, c’était environ quinze ou vingt minutes, je me sentais très heureux. Il est profond, plein de Dieu et toujours avec l’enthousiasme, malgré son âge, de vouloir transmettre cette simplicité, cette proximité avec Dieu.                                                      Je ne me souviens pas du conseil qu’il m’a donné, je ne l’ai pas écrit, c’était il y a quelques mois, mais j’ai remarqué de la joie, de la simplicité et de la disponibilité. »

François Saleh Moll sx, Fnideq

[1] Para Christian de Chergé corresponde a cristianos y musulmanes subir juntos una «escalera mística», apoyándose sobre todo en los niveles comunes a las dos tradiciones, es decir, las prácticas mediante las cuales cada uno se ejercita para crecer en su fe.

[2] Pour Christian de Chergé il s’agit pour les chrétiens et les musulmans de gravir ensemble une «échelle mystique», en s’appuyant avant tout sur les échelons communs aux deux traditions, à savoir les pratiques par lesquelles chacun s’exerce à grandir dans sa foi.