La tradición de la Iglesia decreta que cada Jubileo se proclame a través de la publicación de una Bula Papal. Así ha sido en el día de ayer, 9 de mayo 2024, antes de las segundas vísperas en la solemnidad de la Ascensión del Señor, que presidió el papa Francisco.
Spes non confundit (la esperanza no defrauda) es el título que el Santo Padre ha dado a esta bula de convocación, leída solemnemente por él mismo en la ceremonia celebrada en el interior del atrio de la Basílica de San Pedro. En este texto, el Papa lanza llamamientos en favor de los presos, los emigrantes, los enfermos, los ancianos y los jóvenes presos de la droga y de las prevaricaciones. Anuncia que abrirá una Puerta Santa en las cárceles, pide la condonación de la deuda de los países pobres, el aumento de la natalidad, la acogida de los emigrantes y el respeto a la Creación.
Esperanza es, pues, la idea central de la bula y del Año Santo 2025, que el papa Francisco subraya por su importancia en la vida de los cristianos.