La fiesta cristiana de la Epifanía se convierte en la Archidiócesis de Tánger en una verdadera manifestación visual de la tradición de los sabios que vienen de Oriente para adorar al Niño Jesús.
Un año más, lo religioso y lo costumbrista se unen en una ocasión muy concreta de encuentro entre cristianos y musulmanes, que se reúnen en el patio de entrada a la Catedral de Tánger para acoger los camellos que traen a Melchor, Gaspar y Baltasar. Así fue el pasado sábado 6 de enero, en torno a las 19.15h. Muchas personas, en su mayoría niños y niñas con sus familias, disfrutaron de la vistosidad de esa majestuosa entrada en el templo. Los Magos de Oriente representaron el ofrecimiento de sus dones -oro, incienso y mirra- al Niño Jesús, signo de adoración al Dios encarnado. El arzobispo, Fr. Emilio, y el párroco, Fr. Natale, estuvieron presentes en el acto, acogiendo los dones reales. Los participantes, sobre todo los más pequeños, se sumaron en esta alegre fiesta al Niño Jesús y recibieron caramelos, golosinas y juguetes.
