Este evento diocesano se ha realizado en la Archidiócesis de Tánger con espíritu de fraternidad durante el fin de semana 25 y 26 de mayo, en la Catedral de la Inmaculada Concepción y el Espíritu Santo.
A lo largo de los diversos momentos del fin de semana, llegaron a participar aproximadamente unas 60 personas, en su mayoría, familias provenientes de la parroquia de la catedral y de la de la Asunción, de Tánger, con algún representante de la Parroquia de Nuestra Señora de las Victorias de Tetuán.
El sábado por la tarde el encuentro empezó con unas palabras de acogida del vicario general, P. Manuel Cánovas, ost, y a continuación un momento de oración ante el Santísimo Sacramento.
El P. Thaddée, párroco de la Asunción, condujo un momento de profundización sobre el lema de la Jornada: “A imagen de la santa familia, seamos familias cristianas, testimonio de la misericordia de Dios y comprometidos en la Iglesia”.
Fray Emilio Rocha, ofm, arzobispo de Tánger, se hizo presente a través de un vídeo mensaje grabado para la ocasión, ya que no podía participar físicamente, después de la intervención quirúrgica programada que le tiene actualmente en fase de recuperación. Entre otras cosas, les decía: “Es con mucha alegría que comparto con vosotros estas palabras de aliento y apoyo. Agradezco de todo corazón a todas las familias cristianas de la archidiócesis de Tánger por el compromiso diario de vivir el Evangelio en situaciones no siempre fáciles”.
Saludo de Fr. Emilio a las familias en español – en français – in english
Las familias presentes pudieron conocer también, a través de la presentación del P. Omar Figueroa, ofm, archivero diocesano, algo más la vida del P. Lerchundi, cuya causa de beatificación se está iniciando y que está enterrado en la cripta de la catedral de Tánger.
El domingo por la mañana se dedicó a trabajar el documento Instrumentum Laboris del Plan Diocesano Pastoral, que plasma las prioridades identificadas por las comunidades cristianas para nuestra diócesis. El objetivo era aportar acciones concretas para poner en práctica los objetivos identificados.
A continuación, los participantes en la Jornada se sumaron a la comunidad parroquial de la catedral en la celebración de la eucaristía. Y como conclusión final, un momento en el claustro de la catedral, para felicitar especialmente a las madres y celebrar una comida de fraternidad, dando gracias a Dios por la experiencia de comunión vivida.