El mes de noviembre comienza recordando litúrgicamente a todos los santos y a los fieles difuntos. El 1 y 2 de noviembre son una llamada a la santidad en nuestra vida y a la oración por los que ya han fallecido.
En las diversas parroquias y centros de culto de la Archidiócesis de Tánger se han celebrado celebraciones por estas dos fiestas y también visitas a los cementerios de las diversas localidades, con momentos de oración por los fieles difuntos.