VII Jornada Mundial de los Pobres

“No apartes tu rostro del pobre” es el lema propuesto por el papa Francisco para la séptima edición de esta Jornada.

La idea de esta iniciativa surgió el 13 de noviembre de 2016, durante el cierre del Año de la Misericordia y cuando en la Basílica de San Pedro el Santo Padre celebraba el Jubileo dedicado a las personas marginadas. Al finalizar la homilía, y de manera espontánea, Francisco expresó un deseo: «quisiera que hoy fuera la Jornada de los Pobres».

En el mensaje del papa Francisco de este año 2023 nos exhorta a no apartar la mirada de los que están en dificultad: “Los pobres se vuelven imágenes que pueden conmover por algunos instantes, pero cuando se encuentran en carne y hueso por la calle, entonces intervienen el fastidio y la marginación”. Sin embargo, la parábola del buen samaritano, subraya, interpela el presente. “Delegar en otros es fácil; ofrecer dinero para que otros hagan caridad es un gesto generoso; la vocación de todo cristiano es implicarse en primera persona”, recuerda el Pontífice.

Francisco llama la atención sobre las “nuevas formas de pobreza”. De modo particular, subraya, “las poblaciones que viven en zonas de guerra, especialmente en los niños privados de un presente sereno y de un futuro digno”. “Nadie podrá acostumbrarse jamás a esta situación; mantengamos vivo cada intento para que la paz se afirme como don del Señor Resucitado y fruto del compromiso por la justicia y el diálogo”, apunta.

Después de recordar otras formas de pobreza, como por ejemplo las familias que no llegan a fin de mes, los que son explotados en el trabajo y los jóvenes prisioneros de una cultura que les hace sentirse fracasados, el Papa expresa su confianza en el desarrollo de «la solidaridad y la subsidiariedad de tantos ciudadanos que creen en el valor del compromiso voluntario de entrega a los pobres. A la par exhorta a “estimular y a hacer presión para que las instituciones públicas cumplan bien su deber”. En un claro llamamiento al compromiso de todos, el Santo Padre pide no quedarse de brazos cruzados, esperando recibir algo “de lo alto”. “Quienes viven en condiciones de pobreza también han de ser implicados y acompañados en un proceso de cambio y responsabilidad”, escribe Bergoglio.

Como gesto de fraternidad, el Papa exhorta a compartir con las personas en situación de exclusión la mesa de nuestras casas, al tiempo que agradece la constante atención y dedicación que prestan diariamente muchos “vecinos de casa” que no son “superhombres”, sino personas capaces de escuchar, dialogar y aconsejar.

Este breve resumen solo quiere ser una invitación a leer y meditar, con la mente, el corazón y las manos el mensaje del papa Francisco. Descargar.

Existe también un subsidio litúrgico, preparado por el Dicasterio para la Evangelización. Descargar.