50 años de la presencia en Tánger

En el año 1975 Monseñor Carlos Amigo Vallejo siendo arzobispo de Tánger, dio legitimidad al Proyecto que Buen Padre Dios  encomendó a nuestro Fundador, el Hermano Isidoro Lezcano Guerra, Pobre entre los pobres, depositó su confianza  a la Divina Providencia de Dios , tratando de vivir el Santo Evangelio, reparando las vidas que se veían despojadas de dignidad, salud, bienestar emocional, incluso de la accesibilidad a los derechos, “Cristos rotos por el dolor y la marginación” ( Hermano Isidoro Lezcano) a quienes toda persona llamada al carisma de Cruz Blanca debe dedicarse “siendo en medio de ellos testimonios vivos del Amor de Dios”(Hno. Isidoro), desde la sencillez, la calidad y la calidez humana propia del Carisma que  el Sumo Bien, el Todo Bien, depositó en nuestro fundador.

Los Hermanos Franciscanos de Cruz Blanca, hemos conmemorado este pasado día 19 de Octubre de 2019, los 50 años de presencia en Marruecos.  Con este motivo nos hemos encontrado en la Catedral de Tánger, para celebrar nuestro caminar como “Hermanos y amigos, familia que goza y sufre, ama y perdona” (CC.GG.33). En este día de reafirmación de nuestro carisma, nos unimos hermanos, trabajadores y voluntarios de diferentes puntos geográficos de España y Marruecos  junto a la  Familia Cristiana de Tánger, acompañada y reforzada por  los representantes de la Santa Sede Apostólica los excelentísimos y reverendísimos monseñores Vito Rallo ( Nuncio apostólico de la Santa Sede)  y Monseñor Cristóbal López ( I Cardenal de Marruecos, recientemente nombrado y arzobispo de Rabat) además de diversos vecinos de la ciudad de confesión cristiana para pedir por todos los proyectos que nos han sido confiados, desde un espíritu de agradecimiento hacia todas aquellas personas que a lo largo de nuestro caminar se han ido sumando este Proyecto de Dios

Durante la celebración se recordó a nuestro Hermano Isidoro Lezcano, a través de la eucaristía por este tiempo de Gracia concedida a la Santa Madre Iglesia a través del Carisma confiado a nuestro Instituto.

 En esta celebración se hizo muy visible el mensaje  que su Santidad el Papa Francisco,  ha exhortado a toda la Iglesia, mediante este mes dedicado a las misiones bajo el lema de  “Bautizados y enviados”  recogidos muy fielmente hace 50 años, en nuestras constituciones generales:“Dios nos ha llamado a vivir con mayor intensidad la gracia bautismal con total confianza con el Padre…” (CCGG.7) , donde contemplamos el centro de nuestra consagración  como hermanos en Cristo, llamados por él a vivir de un modo específico a través de los votos evangélicos de pobreza, castidad , obediencia y entrega a los enfermos incurables y los más necesitados  en nuestras tierras tangerinas, cuna de nuestro Instituto.  Es por todo ello que celebramos con sencillez y humildad  la bendición que Buen Padre Dios concede a este continente africano con la presencia de una  familia que  invita a la sociedad a seguir acogiendo, acompañando y transformando la vida de aquellas personas que son marginados y excluidos por el dolor, la enfermedad, la pobreza o la soledad.

Después de poner en oración  a nuestra  Familia franciscana de Cruz Blanca, pudimos disfrutar de un encuentro  intercongregacional  mediante una comida fraterna en la que todas las comunidades religiosas de Tánger participaron aportando no solo un poco de alimento sino también todo el Amor que nos profesan en el día a día desde nuestro nacimiento en estas tierras, bendecidas por Dios, donde nuestros hermanos musulmanes nos acogen y acompañan en este caminar para la Construcción del Reino de Dios.