“Dichosos los pobres en el espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos”: La bienaventuranza ilumina el misterio de este domingo.
Pobre en el espíritu es el que a todo renuncia por alcanzar la sabiduría, el reino de Dios, el conocimiento de Cristo Jesús, la comunión con Cristo Jesús.
Lo has oído en la palabra sapiencial: Comparados con la sabiduría, cetros y tronos no se le equiparan, la riqueza es nada frente a ella, el oro es un poco de arena, la plata vale lo que el barro, la salud y la belleza no son tan deseables como ella. Todo eso por lo que tantos hombres se afanan hasta corromper y corromperse, hasta explotar al hermano y abandonarlo al sufrimiento, hasta matar para acumular, todo eso es nada si se compara con la sabiduría.