Nador: Francis Gouin – In memoriam

Hace unos días recibimos con tristeza la noticia del fallecimiento de nuestro compañero Francis Gouin, que había formado parte durante varios años de la comunidad jesuita de Nador. Aunque su pasaporte era francés, su corazón estaba en Marruecos, país en el que nació, en el que pasó sus primeros años y en el que después trabajó como jesuita en lugares como Temara, Rabat y Casablanca.

Desde Argelia, donde vivió mucho tiempo, respondió, ya en su ancianidad, a la petición de Esteban Velázquez y se vino a vivir a Nador, para reforzar la comunidad y la misión de la Compañía en esta ciudad. Los que tuvimos la suerte de vivir con Francis recordaremos siempre su presencia callada y discreta, su servicialidad, su buen humor, sus múltiples talentos (música, cocina, trabajos manuales, enseñanza de lenguas…) y, sobre todo, la alegría serena y profunda con la que vivía su vocación de jesuita.

Aun después de trasladarse a Francia por motivos de salud en 2020, continuó colaborando con la misión de Nador, sobre todo traduciendo y revisando textos para la Delegación Diocesana de Migraciones, tarea que llevaba a cabo con gusto, rapidez y eficacia.

Francis habría querido reunirse con sus antiguos alumnos de la escuela agrícola de Temara antes de marcharse del país, pero la pandemia se lo impidió. Nos consuela saber que en el momento de su muerte, en la enfermería de Francheville, además de su hermana, lo acompañaba Said, uno de esos antiguos alumnos marroquíes por los que él sentía tanto afecto. Descanse en paz el siervo bueno y fiel, y que el Señor le premie tanto bien como hizo a tantos.

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